Ayer vivimos uno de esos días largos, cargados de emoción, de pasión, de sueños hechos realidad.
Un día como hoy, te despiertas y crees haber soñado ganar un Derby, y te das cuenta de que ese sueño es diferente al de la noche anterior porque todavía tienes mariposas dentro de tu estómago, y porque hueles a los besos y abrazos de tu familia, de tus amigos, de tus enemigos en pista, de todos esos aficionados, muchos de ellos desconocidos para mis ojos, pero que conocen tus sueños y los comparten como si fueran suyos.
Ayer ”Kowalsky” nos brindó nuestro primer Derby. Un caballo que comprábamos de yearling con una confianza plena entre propietario y entrenador. Otro de esos raros caballos seleccionados por mi hijo Adrián y que Sir Delcher aprobó convencido de su compra. Su origen no era ninguna maravilla, sus precedentes hermanos nada habían demostrado, un padre venido a menos en el exigente mundo de los sementales, una madre casi desahuciada, y, aun así, apostamos por ese guapo negro bien armado físicamente y comenzamos a soñar…. Una de esas bonitas historias que solo el turf transmite cuyos sentimientos son difíciles explicar con palabras.
Una victoria que quedará siempre en nuestra memoria con una previa de alta tensión donde el único que parecía tranquilo en el paddock era él mismo. Un largo recorrido relativamente tranquilo en mitad del lote, siempre marcado por su máximo rival en pista, que también recibía la ayuda de su compañero de cuadra. Una carrera estratégica y un final de infarto. Sus opciones parecían desvanecerse a la entrada en la recta encajonado entre rivales, muchos de ellos ya con la reserva encendida, que impedían su avance. Mario, consciente del peligro, buscó carril limpio en el tres, pero no encontró espacio. Los metros se consumían y “Pamplona”, inteligente, se fue a ganar despegándose del resto. Mario seguía sin encontrar hueco y tuvo que lidiar en los medios como los valientes, sacrificando metros en busca de ese carril limpio que seguía sin aparecer. Lo encontró a falta de los 200 y “Kowalsky” le agradeció su conducción poniendo el resto. Un cambio de ritmo brutal, una aceleración excepcional y una victoria a lo grande, de esas que hacen afición y se quedan en la retina del aficionado y en la memoria imborrable de sus protagonistas.
A partir de ahí, complicado describir sensaciones, pero ahora puedo mínimamente imaginar cómo se siente un propietario inglés ganando un Derby de Epson, un americano ganando el Derby de Kentucky, o un irlandés ganado el Irish Derby. Guardando las enormes distancias, es nuestro Derby, y creo que las sensaciones personales de un propietario no pueden ser muy diferentes. Las lágrimas de Mario también dicen muchas cosas y solo su círculo cerrado las conoce, aunque es fácil intuirlo. La emoción de Sir Delcher y su querida esposa María, también son fáciles de percibir a poco que te acerques a ellos. Mucha tensión acumulada por demostrar a un pequeño manojo de detractores algo que no tiene por qué demostrar, pero que al final es tan cabezón que lo demuestra en pista. Ganar un Oaks y un Derby en tan solo seis días está al alcance de muy pocos, y nosotros tenemos la suerte de contar con él y con su maravilloso equipo. Muchas gracias por tanto en tan poco tiempo.
“Kowalsky” cierra su temporada con números de campeón. Una victoria en su reaparición, un tercero en la Poule y una medalla de oro en el Derby. Descanso merecido de cara al verano y a seguir soñando a partir de otoño con una previa para buscar su opción en otro Gran Premio como será el Villamejor 2023. Un caballo de enorme futuro, un caballo que, si la suerte le acompaña, nos brindará grandes hazañas que seguirán contribuyendo a nuestra historia.
En clave “Kendaya”, muy contentos también con su actuación con un bronce que nos sirve para volver a confiar en ella de cara al verano. No tuvo tampoco la suerte de cara, y es que esos duendes del turf parecen seguir jugando con ella. Ayer, en el golpe de cajones, perdía nuevamente una herradura de su posterior izquierda que seguramente pasó factura. En cualquier caso, recupera valores y buenas sensaciones y cada día está más cerca de esa victoria que tanto merece y que estamos plenamente convencidos logrará este verano.
Para terminar, queremos agradecer todas las muestras de complicidad que ayer recibíamos sin apenas tiempo para agradecer de manera personal. Ganar un Derby es algo tan grande que nos da para compartirlo con todos vosotros. Habéis estado ahí en los momentos malos, y hoy, con este cambio de ciclo, queremos agradecer vuestro apoyo compartiendo este soñado regalo.
Muchas gracias a todos e infinitas gracias a un enorme equipo!!!!