El último debut de los «blues»

por | 7 Oct, 2022

Apenas han pasado dos años y medio desde que naciera en nuestra yeguada aquel patilargo noctámbulo al que bautizamos “Highdark Blue” como último eslabón de la estirpe “blue”. El mismo al que, personalmente, diese biberón a mano en su primera hora de vida, por no encontrar por sí mismo el energético calostro de la ubre de su madre, y que un año después me lo agradeciera, haciéndome una brecha de 4 puntos de un cabezazo. Pasado todo este tiempo, los 52 kilos de peso al nacer, se han convertido en casi 400 y, el próximo miércoles, todavía incrédulos, nos frotaremos los ojos al ver a ese oscuro castaño debutar en competición en la señalada fecha del Día de la Hispanidad.

Desde entonces, muchos días de sol en el prado viéndolo crecer por semanas con una mentalidad casi siempre guerrillera entre juegos y vandalismos. Una posterior doma relativamente sencilla, y unos primeros galopes en la pista de arena de la yeguada marcaron el final de su edad en secundaria, y dejaron paso a su posterior ingreso en bachillerato. Todas y cada una de sus etapas han estado marcadas con una mentalidad endiabladamente pueril llena de alborotos y juegos maquiavélicos de difícil comprensión. Destrozar la cinta de un pastor eléctrico de un prado estando incluso activado, o inundar el box por comerse el latiguillo de su bebedero automático eran pasatiempos que los tomaba como rutinarios sin posibilidad de castigo o apercibimiento. Cansados de sus cacicadas, decidimos su castración antes incluso de su ingreso en competición para buscar un cambio hormonal que centrara su cabeza, pero tampoco surtió efecto retirar testosterona de su cuerpo y, finalmente, decidimos su entrada en el hipódromo a principios de año pasando la bola caliente a un instructor de mayor rango. Su curso de bachillerato a las órdenes del joven profesor Román Martin Arranz no tuvo tampoco un cambio sustancial a mejor. Desde su entrada ha sido un sufrimiento constante para su responsable directo y todos y cada uno de los mozos del patio, a causa de sus manías casi suicidas de intentar tirar a su monta en un juego absurdo que solo él entendía, cabezazos dirigidos a voluntad propia, mordiscos a discreción a propios y extraños, y algún que otro desperfecto en todo lo que estuviera cercano a su box (altavoces, cepillos, vendas, cabezadas, etc…). Por todo ello, no podemos dejar de agradecer a todo el staff del «prepa» todo su sacrificio y paciencia que esperamos algún día tenga su impagable recompensa. Harto ya de sus infantiladas que impedían su correcta evolución, Román se puso serio en el comienzo de la época estival, y esta prueba de nacionales del día de la Hispanidad, se marcó en negrita para albergar su debut como única forma de cambiar el chip pueril a un potro que desprende tanta calidad como desdichas.

Si tuviéramos una bola mágica de cristal donde se pudiera ver el futuro, sin duda pagaríamos razonables cifras de dinero por anticipar los acontecimientos del próximo miércoles y, en función de lo que pudiéramos ver en ella, confirmar o no su partant. Pero como nada es imposible, excepto la videncia objetiva, no podemos sin más que poner al insurrecto “Highdark Blue” en cajones, apretar los dientes, y encomendarnos al Santo Job. Y es que, nunca antes habíamos tenido tantas dudas sobre un debut. El potro es serio en sus trabajos, galopa y se intuye calidad y aptitud, y esto, debería ser suficiente motivo para estar listo para debutar. Pero su cabeza es del todo imprevisible, y se abre un extenso abanico de posibilidades difícilmente descifrables. Y por citar algunas que nos vienen a la mente, no nos sorprendería que pudiera ganar (aunque esto sea ahora mismo una quimera), que pudiera no entrar siquiera en cajones, o que simplemente se lo tomara tan relajado, que llegara a veinte cuerpos del penúltimo. Nuestra intención con este debut, es simplemente tener una asidera donde agarrarnos, que nos sirva para cambiar definitivamente ese chip maldito alojado en sus inteligentes neuronas, y que le sirva para ir amueblando una cabeza, donde el escritorio lo tiene ubicado en el baño, y el frigorífico en el cuarto de calderas. Vamos a ver si con esta primera, podemos ir centrando su mentalidad, y nos deja entrever la calidad que, la unión entre un “Dariyan” y buena sangre materna, debería poseer. El domingo después de la jornada de carreras realizará un trabajo liviano sobre la hierba para una primera toma de contacto con el pasto, que esperamos sea satisfactoria y nos permita salir con una mayor confianza al envite del miércoles.

Se enfrentará a un lote de 14 posibles rivales que restan después del forfait, todos ellos con bandera española, que a buen seguro serán la base de nuestro turf patrio. De cada uno de ellos dependerá abanderar esa nueva generación de nacionales de 2020. Por nuestra parte, preferimos liderar más adelante, si es posible, cuando tengamos mayor confianza. Terminar en buena sintonía, sin ningún contratiempo relevante, y con solo algún detalle a favor, sería algo tan ilusionante como lo vivido aquella noche de finales de mayo, en plena cuarentena pandémica, cuando a eso de las 23:30 lo vimos nacer en nuestra casa.

Julia Zambudio será su primera conductora con la confianza que nos ofrecen unas manos delicadas para este tipo de carreras de seda. Órdenes tan sencillas como salir lo mejor posible, ponerlo en carrera arropado por el multitudinario lote, y terminar ese primer trabajo en competición hasta el mismo poste de meta, sin la exigencia de látigo en ningún caso. Como para eso hay que salir obligatoriamente de cajones, vamos a evitar cualquier posible riesgo durante su presentación saliendo a la mano desde el paddock hasta los cajones sin previo calentamiento, con Julia ya en su montura, y solo a la espera de su devenir.

Muchísima suerte Equipo!!!!

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